ser peregrino puede ser un regalo o una maldición para usted, que depende de cómo se mire. Para empezar, como peregrino lo dejas todo atrás, tu casa, es un socio, amigos, familia, auto, guardarropa, colección de zapatos, estado y cualquier otra cosa que se te ocurra. Como una tabula rasa (hoja no escrita) empiezas un paseo (es el Camino). Como pareces loco con un palo en las manos, una mochila pesada, un corte de pelo desordenado, una frente roja por todos los esfuerzos y, a menudo, también camina cojeando, eres visto como indeseable por los extraños. La gente entonces tiene listo un repertorio de prejuicios. A menudo los escucho decir (Cual…