Lección Viajera 17: Mi maldición es ahora mi bendición

Como un niño que viajaba con mis padres en toda América del Sur. Una opción real no lo hubiera hecho, porque donde mis padres se fueron, Tenía que ir. En ese momento no había democracia, Para las madres palabra era ley. Esto me sentía como una maldición. mis hijos “mente” apenas podía comprender lo que estaba sucediendo a mi alrededor. Mientras mis compañeros año tras año se fue a la misma escuela, Yo era como un aspecto camaleón para adaptarse a los nuevos países, nuevas escuelas, nuevas fragancias, nuevas personas y niños extraños. Mi infancia son recuerdos de la ventanilla de un vehículo, mirando a un mundo exterior que era demasiado grande y demasiado miedo para mí. Soñaba con el día en que no tenía que dejar. Y como siempre, sueños. Así que ahí estaba,  años atrapados en un lugar como me hubiera gustado. Pero hace unos años mirando desde la ventana de un avión veían el mundo exterior no es tan grande y miedo, sino más bien como el sueño en el que quería estar el resto de mi vida. Este fue el tiempo de mi aventura “yo” reunirse de nuevo. Afortunadamente, soy lo suficientemente mayor como para dar mi pasión por los viajes ocultado forman. Así que tomé el más grande de, con una gira mundial. Así que cambié mi maldición en mis bendiciones diarias, mi pasión, adicto en mi la curiosidad de los nuevos países, en mi deseo de conocer gente nueva. Cambié mi nostalgia por el fenómeno menos conocido wegwee.